La Temperatura y la ventilación idónea de la habitación del bebé
La temperatura es el principal factor que influye en el bienestar del bebé. Es tan nocivo que pase frío como que pase calor, puesto que el sudor puede ocasionar deshidratación, problemas en la piel y catarros. Lo idóneo es mantener una temperatura de entre 21 y 24 grados durante el día, cuando el bebé está activo y fuera de la cuna, y de 18 a 20 grados por la noche, porque al estar arropado con el pijama y tapado con ropa de cama, su mismo propio cuerpo generará calor.
El sistema de calefacción ideal para los bebés son los radiadores de gas natural, porque ofrecen un calor confortable y homogéneo. Además si permitan regular la temperatura del cuarto del bebé de forma independiente, aún mucho mejor. Hay que intentar mantener la temperatura constante.
Desde Onatermia desaconsejamos el uso de estufas de butano o braseros porque dañan el ambiente y pueden llegar a ser peligrosas.
Aparte de un adecuado manejo de la temperatura de la habitación, aconsejamos dedicar 15 minutos al día, especialmente por las mañanas a renovar el aire del dormitorio. De esta forma se contribuye a sanear la calidad del aire que se respira.
Para mayor comodidad del bebé, no hay que colocar su cuna pegada al radiador ni tampoco junto a la ventana para prevenir los golpes de frío provocados por las corrientes de aire.